Diversificación: invirtiendo en otros negocios

escalabilidad

Cuando pensamos en negocios y en emprendimiento, solemos imaginarnos a nosotros mismos dejando nuestro trabajo de tiempo completo y empezando la empresa de nuestros sueños. ¿Pero es que acaso ésta es la única manera de invertir en un negocio?

La respuesta es no. Si bien es cierto lo más común para nosotros es invertir en el negocio propio, siempre podemos optar por poner a trabajar nuestro dinero en la micro o pequeña empresa de alguien más; pero como en todas las demás cosas, esto no es para todos.

Si vos sos de las personas que tiene claro que no quiere trabajar para nadie y ya ha dado los primeros pasos para formar su empresa, esto de invertir en las empresas de otros te podrá parecer una locura, pues a este tipo de personas le encantan los retos y están tan apasionadas por su idea, que les parecería inaudito invertir su dinero en la empresa de alguien más. Ciertamente, esto no es para vos.

Sin embargo, si vos sos de los que les gusta la seguridad de su empleo, pero has pensado en la posibilidad de generar ingresos extras y no sabés en qué invertir (les cuento que hay muchos, a mí me llegan correos de estos TODOS los días), hacerlo en la empresa de alguien más, puede ser una excelente opción.

Cuando agarrás tus ahorros y depositás tu confianza en el emprendimiento de otro, estás apoyando mucho más de lo que te imaginás a primera vista. El o la dueña de esa pequeña empresa puede estar pasando por un momento duro sin liquidez, y tu dinero puede aliviar esta situación y permitirle seguir operando. ¿Sabías que muchas Startup salen del mercado, no por falta de rentabilidad, sino por falta de liquidez?

Además de eso, contribuís directamente a la economía nacional, pues un pequeño negocio que crece, significa la creación de empleos, que tanto se necesitan en Nicaragua. Y como vos no sos Madre Teresa de Calcuta, evidentemente esto también te beneficia a vos, pues –aunque estás tomando un gran riesgo- el retorno que podés obtener puede llegar a ser el doble o tripe de lo que recibís por tener tu dinero sentado en una cuenta de ahorro bancaria.

Se me vienen a la mente dos casos de personas cercanas a mí, con pequeños negocios, que recibieron la inversión de un conocido y fue un ganar-ganar para ambas partes. El primer caso es un amigo que tenía una empresa de publicidad y quería entrarle al mundo de la impresión en papel, para esto necesitaba una máquina que no podía comprar y, por cosas del destino, se encontró un día un ex-colega que decidió invertir en su empresa y apoyarlo, además, en la parte administrativa de la empresa.

El segundo caso es una amiga diseñadora a quien otra persona le ofreció invertir en su empresa para que ella pudiera producir más, pero sin meter mano en el negocio. La primera le ofreció a la segunda una tasa de retorno del 10% anual y las dos han salido ganando.

Ciertamente encontrar el negocio en el cual invertir no es tarea fácil y el proceso puede ser más simple si conocés y confiás en la persona a la que le estás dando tu dinero. Si le entrás más formalmente al negocio o no, es decisión y gusto de cada quien, pero empezar invirtiendo una parte de tu dinero a cambio de una parte de las ganancias es buena inversión.

¿Y vos? ¿Invertirías en el negocio de alguien más? ¿O solo invertirías en el tuyo? ¿Le entrarías a la parte administrativa o no?

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