Dinero: tema tabú

verdades embarazosas

¿Cada cuánto hablás de dinero con tus amigos, amigas y familiares? ¿Cuántas veces te atrevés siquiera a decir esa palabra en voz alta (y que no sea para quejarte que no lo tenés)? ¿Sabés cuánto debe tu mejor amigo o amiga en su tarjeta de crédito? ¿Le has contado  a tu pareja cuánto ganás vos mes a mes?

Salimos con nuestros amigos, amigas y compañeros de trabajo a comer y a tomar. Discutimos asuntos del trabajo, compartimos hasta temas íntimos… pero sobre el dinero nadie habla. De hecho, es más probable que las personas a tu alrededor –y vos mismo- hablen de sus problemas y relaciones, antes que se les ocurra decir de cuánto es el pago que les viene cada mes y cuántas deudas tienen.

La realidad es que consideramos lo relacionado al dinero como un tema tabú. Nuestros papás y mamás no tocaban el tema frente a nosotros en la mesa, y probablemente las únicas ocasiones en las que los escuchabas hablar era para decir que no había y que no se podía gastar.

Sin embargo, no hay cosa más presente en nuestras vidas que el dinero. Y no es que yo sea materialista y que solo me importe la plata, pero seamos claros: el dinero se necesita para todo. Lo usamos día a día para hacernos de las cosas que necesitamos –y de las que queremos también- y aun así, sentimos entre vergüenza y falta de educación si hablamos de él.

Algunos pensarán que si no hablan de sus deudas en la tarjeta de crédito, el problema va a desaparecer por arte de magia. Otros creerán que si mencionan su deseo por un aumento salarial, la gente los tachará de ambiciosos (y no en el buen sentido). Unos sentirán que si comparten lo bien que les va en sus finanzas, los otros sentirán envidia y les pueden hasta querer dar vuelta. Y otros pensarán que si la gente sabe cuánto deben, los considerarán un fracaso.

Incluso para las personas con las que he trabajando dando asesoría, ha sido difícil compartir sus ingresos, egresos y deudas conmigo, pero lo han logrado. No me voy a ir más lejos: una de mis amigas no me puede decir a cuánto ascienden sus deudas, a pesar de que soy capaz de ayudarle.

Pero…. Llegó el momento en que dejemos las creencias limitantesatrás y comencemos a hablar de dinero!

Y éste es el meollo del asunto. Nadie nos ha enseñado cómo administrar nuestras finanzas personales. Nuestra familia nos educó a cómo pudo y con lo poco que ellos sabían del tema y en el colegio nunca llevamos una clase que se llamara “manejo del dinero”. Así, vamos por la vida dando tropiezos y aprendiendo a la dura, escondiendo esta información que consideramos privada de quienes nos rodean.

Sin embargo, hablar sobre tu vida financiera y compartir tus dudas al respecto, no solamente es liberador, sino que además es la única manera en que vas a mejorar y a aprender a manejar mejor tu dinero. Aun si en este momento sentís que sos un excelente administrador de tus recursos, te aseguro que siempre hay nuevas cosas que podés aprender de otras personas para reducir tus gastos o incrementar tus ahorros.

Escogé a una o a varias personas en las que confiés y cuya vida no se vea influenciada de ninguna manera por tus decisiones financieras (como tus padres o pareja), pues deben ser imparciales, y empezá por compartir ciertos detalles de tus finanzas personales. Quizás querrás empezar por contarles cómo te sentís con las deudas que tenés, con tan solo desahogarte, vendrá un gran alivio. Así mismo, si conocés a personas que han sabido administrar bien su dinero, acercate y haceles preguntas sobre cómo lo han logrado, qué consejos tiene para darte y podés hasta intentar que se vuelvan en una especie de mentores para tu vida financiera.

Es hora de dejar de pensar que el dinero es un tema que no se debe tocar. Al contrario: empecemos a hablar de nuestra vida financiera desde hoy, aprendamos de cómo otros lo hacen y cambiemos el ciclo, enseñando a las futuras generaciones que no es ningún pecado hablar de los billullos ;).

¿Has hablado de dinero con tus amigos y familiares? ¿Por qué no? Y si lo hiciste ¿cómo te fue? ¿Cuál creés que es tu mayor debilidad financiera? ¿Qué consejo financiero te hubiera gustado recibir hace muchos años?

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