Después de un taller de finanzas en pareja

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Conocí a Carlos e Isabel en febrero de este año. Ellos asistieron al primer taller de finanzas en pareja que di. En ese momento estaban sumamente endeudados y listos para dar grandes pasos hacia una vida financiera saludable.

Después del taller, los vi un par de veces y a lo largo de los meses me enviaron correos, actualizándome sobre su situación. Este correo me lo enviaron hace un par de días y me pareció tan lindo y útil que les pedí permiso para compartirlo con ustedes:

Este curso de finanzas para parejas marcó una diferencia bien grande en nuestra educación financiera, nos dimos cuenta que no teníamos ni una vaga idea de cómo manejar nuestras finanzas, pero la orientación y herramientas del taller nos dejó todo el panorama más claro para poder estar financieramente sanos.

Una de las cosas más importantes que aprendimos fue a hacer un solo presupuesto como pareja, nada de lo tuyo es tuyo y lo mío es mío, sino que ahora entendimos que al casarnos nuestros ingresos son uno solo, porque definitivamente estamos trabajando para asegurar el bienestar y futuro nuestro y de nuestras dos hijas.

Además algo muy importante es que el día del taller logramos “destaparnos” y sincerarnos para hablar de cómo estaba cada uno con sus finanzas, cosa que no hacíamos nunca y ahora hacemos regularmente.

Aprendimos que no debemos comprar sino es necesario, y eso lo convertimos en nuestra regla #1 como familia. También nos dimos cuenta que las tarjeta de crédito son “mortales” sino las sabes utilizar y si no tenemos noción de cómo trabajan los bancos; entendimos finalmente que la única forma de salir de nuestras deudas es pagando, así de simple.

Nos ha costado sudor y lágrimas, sobre todo porque éramos de los que nos enjaranábamos con todo lo último de la tecnología, vehículos, moda, aparatos electrónicos, etc. Y es un logro y es un orgullo para nosotros decir que nos deshicimos de muchas de esas cosas para poder pagar esos errores.

Realmente este curso fue una bendición para nosotros, porque aprendimos a fijar metas como familia y a identificar nuestras prioridades. En este momento continuamos trabajando para salir de las deudas y empezar a ahorrar, para que en un futuro, si Dios nos los permite, podamos invertir en algún negocio propio y seguir aprendiendo de la mano de los expertos.

¡Gracias Plata con Plática! ☺

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