¿Adicción a las compras? 5 señales para averiguarlo

A todos nos gusta comprar, y en definitiva, tenemos que hacerlo para saciar nuestras necesidades básicas. Sin embargo, hay una diferencia entre disfrutar las compras ocasionales de ropa y sentir una verdadera compulsión por salir y comprar, sin importar tu situación financiera o si lo que estás por comprar lo necesitás o no.

La adicción a las compras es como cualquier otra adicción. De la misma manera en que un alcohólico bebe sin poder controlarse, el adicto a las compras, compra lo quiera o no: simplemente está fuera de su control.

Un estudio realizado por el psicólogo, Javier Gámez, autor del libro «Sabes Por Qué la Gente Compra», muestra que el 98% de las personas compran productos o servicios por emoción y posteriormente justifican esas compras racionalmente.

Así, si sospechás que tu manera de comprar puede estar dejando el límite de lo sano y cayendo en el rango de adicción, aquí te dejo 5 señales para averiguarlo:

Mentís sobre tus compras: no te gusta hablar abiertamente de tus hábitos de compra con tu familia, pareja y/o amigos, y cuando te preguntan lo que has comprado, mentís en términos de cantidad y gastos. Es posible que también escondás las cosas que comprás.

Comprás para sentirte mejor: al comprar, la euforia recorre tu cuerpo y en la búsqueda de esta inyección de adrenalina, salís a comprar cada vez que sentís aburrimiento, tristeza, ira, soledad o ansiedad. Creés que comprar es un hobby.

Comprar te hace sentir culpable: después de haber comprado y gastado, te sentís culpable, pero esta culpa no es suficiente para regresar lo que has comprado o dejar de comprar.

Financiás tus compras con tarjetas de crédito: se ha demostrado que al comprar en efectivo, gastamos menos que con una tarjeta de crédito. Si vos te vas de compras y preferís usar tu tarjeta para “no sentir” el gasto, y encima has llevado más de una tarjeta de crédito al límite, puede ser una señal de alarma.

Has intentado dejar de comprar, pero no podés: éste es, sin lugar a dudas, el síntoma más claro de una adicción.  Al igual que un alcohólico o un adicto a las drogas, creés que tenés la situación bajo control y que lo podés dejar en cualquier momento; pero al intentarlo, fracasás.

La adicción a las compras no debe tratarse de manera light. Creer que porque no se están consumiendo sustancias nocivas para el cuerpo,  no puede ser tan malo, es un error. A pesar de que esta adición puede durar un corto tiempo, sus efectos se pueden sentir a largo plazo, no solo en la vida de los adictos, sino también en sus familiares y amigos. Comprar compulsivamente puede arruinar tus relaciones interpersonales, impedir el logro de metas a largo plazo y va en detrimento de tu salud financiera.

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