6 errores comunes al comprar seguro de hogar

Seguro de hogar

La decisión de comprar una casa con todas sus variables (lugar, precio, tamaño, facilidades, etc.) es una que nos emociona y a la que solemos dedicar mucho tiempo y pensamiento. Después de todo, si vamos a vivir ahí durante una buena parte de nuestra vida –o toda-, no es una decisión que debamos tomar a la ligera, ¿correcto?

¿Por qué entonces, después de tanto tiempo y dinero invertido, no tomamos las medidas necesarias para protegerla? Ya el año pasado había escrito un post sobre cómo y por qué adquirir un seguro de hogar y los costos aproximados de hacerlo (que podés leer aquí); sin embargo, a través de los muchos correos que recibo continuamente me he dado cuenta que muchas personas, por tomar esta decisión sin ponerle mente, han cometido varios errores.

Si sos el feliz dueño o dueña de una casa, es imprescindible que esté protegida. Sobre todo en un país como el nuestro donde cualquier cosa puede pasar: lluvias, inundaciones, terremotos, erupciones, y la lista sigue.

Comprar un seguro –el que sea- no es suficiente, es necesario que tengás lo que necesitás para estar cubierto y a continuación te presento los 6 errores más comunes que cometemos, para que te analicés y si te das cuenta que estás en uno o más de ellos, corrijás de inmediato: 

6 Errores al comprar seguro de hogar

1.Asumir que tu seguro de hogar es full cover: “Soy a prueba de balas” te decís vos mismo y a los demás, pero esto no existe en      Nicaragua. Tenés que revisar las coberturas básicas que existen dentro de tu póliza y pedirle a la aseguradora los detalles, sobre todo si conocés algún riesgo en particular que querás cubrir, pues normalmente las aseguradoras tienen coberturas que podés contratar de manera adicional. Revisá también si hay un deducible y/o coaseguro que pagar, la póliza te lo dice todo.

2.Minimizar los riesgos para pagar una prima más baja: Ésta es clásica. Como ves poco probable que algo pase, escondés algún detalle, como que tenés un cauce en alguno de los linderos de tu casa, o vivís al lado del Dragón Chino (ambos riesgos enormes para tu casa), buscando la forma de pagar una prima más baja.

3.No asegurar los muros: Los muros son parte de tus inmuebles y si no los asegurás y una lluvia los bota, te va a tocar ponerlo de tu bolsa. ¿Te acordás cuánto te costó ponerlo en primer lugar? Ahora imaginate que lo tengás que volver a pagar. 

Si ya estás haciendo la inversión, no olvidés marcar la casilla para asegurar tu muro perimetral. Es una inversión mínima, en comparación con lo que tendrías que desembolsar para volverlo a levantar.

4.No asegurar el contenido: Seguramente el error más común. Tu casa es importante, sí, pero lo que tenés adentro –tus equipos electrónicos, camas, TV, cocinas, ropa, etc.- es igual de importante. En el post pasado hice un análisis de cuánto más tendrías que pagar por el contenido (lo podés leer aquí) y es una fracción del precio. Vale la pena.

5.¿Daños por agua o daños por inundación? No, no son lo mismo y es error pensar que con uno cubrimos el otro: necesitás dos coberturas. Para aclarar, los daños por agua se dan por la precipitación, es decir, cuando tenés goteras, daños en la pared, pinturas, etc. En cambio, los daños por inundación se dan “de abajo hacia arriba”, por la misma corriente del agua, desbordes de cauces pluviales, ríos, etc.

La de inundación normalmente ya viene incluida; la de daños por agua, en la mayoría de los casos la tenés que pedir.

6.No declarar las mejoras a tu casa: ¿Hiciste una nueva inversión en tu casa? ¿Ampliaste la cocina? ¿Construiste un nuevo baño? ¿Remodelaste el garaje?  Todo esto incrementa tu suma asegurada y si no le avisás a la compañía aseguradora, cuando algo pase, solo te pagarán por lo que sí habías asegurado.

Un punto que no podemos obviar es que la mayoría adquiere su primer seguro de hogar cuando compra una casa al crédito en una urbanizadora, y el banco lo pide de requisito. Sin embargo, se ha encontrado que pasado el tiempo, una vez pagada la casa, las personas dejan de pagar el seguro. ¿Por qué? ¿Acaso deja de ser importante?

Además, aun cuando tu vivienda es financiada, si no tenés la cobertura adecuada  y algo sucede y te toca pagar de tu bolsa, podés encontrarte en la terrible situación de si pagar el préstamo o invertir en recuperar tus cosas y reparar los daños a tu hogar. Creeme, es algo que pasa más de lo que nos gustaría y se puede prevenir perfectamente, comprando el seguro adecuado.

Finalmente, siempre hay que recordar que los seguros lejos de ser un gasto, son una inversión y tienen la mayoría de coberturas que necesitás, solo tenés que comprar inteligentemente y saber qué buscar.

Es un grave error comprar solo “por salir del paso” y esto es lo que solemos hacer cuando compramos una casa nueva y lo vemos como mero requisito: es por tu protección y de aquello que te ha costado mucho.

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